De pequeña lo que más le gustaba era dibujar y tanto en la escuela primaria como en secundaria iba a talleres extraescolares de pintura. Tras licenciarse en Diseño Gráfico en la UBA trabajó como diseñadora en un estudio mientras seguía formándose artísticamente a través de workshops.
En el 2016 se trasladó a vivir a Barcelona y en ese momento incorporó a su afición por la pintura la dimensión terapéutica: necesitaba pintar. A partir del 2019 decidió volcarse por completo a la profesión de artista.
Para Ana Patitú el arte es un canal de expresión, una posibilidad de manifestar cosas inconscientes con colores, movimientos o sonidos. A través de su obra busca que la gente reconecte con su yo interior, que vea que tiene sentimientos, que hay vida dentro, que la vorágine cotidiana a veces les tiene adormecidos. El arte debe ser accesible para todxs. Rechaza la idea de que alguien vea un cuadro suyo y no lo entienda. Quiere que conecten directamente con una o varias emociones, sin preocuparse por comprender la figura.
La técnica con la que se siente más cómoda es pintando con acrílico, porque seca rápido y puede ver los resultados casi al instante. Es una técnica que le permite pintar en capas, borrar, volver a pintar y además los pinceles se pueden limpiar sin dañar tanto el medio ambiente.
Si su estilo fuera un rasgo de personalidad, éste sería la calma, el equilibro y el sosiego. Profesionalmente se define como una persona metódica, prolija, organizada, miedosa y tenaz.