Israel Jiménez. “Creo que a veces es bueno que aquello que veamos nos moleste o inquiete.”
Israel Jiménez Medina (Las Palmas de Gran Canaria, 1983) quería ser astronauta cuando era pequeño, fascinado con la idea de lo que podría haber allá fuera. Y aunque el destino le tuviera preparada una profesión diferente, probablemente ha podido explorar a través del arte territorios que jamás habría descubierto utilizando el telescopio.
Residente actualmente en Vedra (A Coruña) y con un Ciclo Superior de Ilustración y Grado en Bellas Artes, entrevistamos a este artista Inéditad para hablar sobre cómo afrontar esta incierta etapa y sobre el mensaje que propone lanzar a través de sus obras.
Israel, ¿qué aprendiste a nivel personal e incluso profesional de las semanas de confinamiento?
A nivel personal muchas cosas buenas. Tengo más tiempo para estar con mi pequeña hija de la cual aprendo cosas que ya tenía por perdidas. Me gustaría destacar que la visión sin filtros de los niños es altamente beneficiosa para la creatividad de un adulto. Recuperamos cosas que ya no recordábamos o que teníamos descartadas, quizás por no querer sacar al niño que a veces llevamos dentro. Es gratificante.
En cuanto al profesional se puede decir que me da tiempo a reflexionar sobre una nueva obra; gano inspiración para elaborar nuevas series, planteamientos, bocetos, etc.
¿Qué acciones llevaste a cabo para conseguir que aquellos días de encierro se te hicieran menos duros?
Es complicado salir de la zona de confort con la estábamos acostumbrados día a día. Ahora parece que nos han dado la vuelta completamente hacia otra dirección, pero para mí la mejor manera de afrontarlo fue trabajar en mi profesión, ocuparme de las tareas del hogar, mantener el contacto con amigos y familiares.
Bajo tu perspectiva, ¿cómo deberíamos afrontar el colectivo artístico la difícil etapa a la que nos enfrentamos?
Esto es una lucha interna constante y ahora parece que debemos de enfrentarnos a algo mucho más colosal. Lo afrontaría con las mejores armas que tenemos, creatividad para salir de esta y nunca bajar la guardia.
Se habla mucho en estos momentos del término «reinventarse» como forma de adaptación ante lo que está por venir. ¿Crees que es necesario? ¿Has pensado en alguna estrategia determinada que te gustaría compartir?
Lo veo muy positivo y necesario. Y como idea me encantaría ofrecer visitas guiadas a mi estudio para que se conozca mi obra y me vean trabajar.
¿En qué crees que cambiará nuestra sociedad cuando pase todo esto?
La sociedad ha pasado por múltiples situaciones muy complicadas. Confío que esto será pasajero y que iremos retomando el tacto con los demás. Somos seres que necesitamos contacto físico y psíquico. Es algo básico, como respirar.
Dicen que no hay mal que por bien no venga. ¿Qué lectura positiva se puede extraer de esta crisis?
Cambiando de tema Israel, ¿cuál es el mensaje (o mensajes) que principalmente pretendes lanzar a través de tu obra?
Principalmente busco la reflexión en el espectador, quiero que piense qué es lo que está sucediendo dentro de la obra y fuera de ella. Sobre todo, transmitir y contar historias. Incluso sentirse identificado con ella de algún modo.
«La sociedad ha pasado por múltiples situaciones muy complicadas. Confío que esto será pasajero y que iremos retomando el tacto con los demás.»
Si tu estilo fuera un rasgo de personalidad, ¿cuál sería?
Inquietud.
¿Hay alguna disciplina artística que aún no hayas probado y que te gustaría experimentar?
La escultura.
¿Debe ser el arte que nos rodea más transgresor de lo que aparenta?
Es necesario tener gente en el arte que transgreda en mayor o menor medida, sino sería monótono tener que sentir lo mismo. Creo que a veces es bueno que lo que vemos nos moleste o inquiete y que nos haga reflexionar de manera negativa o positiva.
Quien más quien menos tiene sus musas y sus referentes. ¿Cuáles serían los tuyos?
Musas tengo miles y referentes tanto de lo mismo. Puedo hablar de los más cercanos como puede ser mi amigo y artista Roberto González Fernández con el que me siento muy identificado con su temática y estética y por supuesto los de la Escuela de Londres como Frank Auerbach, Bacon y Freud. Actuales como Michaël Borremans, Glenn Brown, Ron Mueck e incluso Gerhard Richter.
Si te propusieran colaborar con un artista para llevar a cabo una obra conjunta, ¿quién se te vendría a la mente y por qué?
Con la escritora Ana Valín García (mi esposa) sería una de las primeras personas con la que trabajaría para poder ilustrar sus escritos. Su metáfora y líneas argumentativas parecer haber salido de una película francesa. Y como he dicho anteriormente con Roberto G.F por su amplitud temática, actualizada y sensibilidad artística.
Decía Oscar Wilde “En los almuerzos de banqueros se habla de Arte, en los de artistas, de dinero”. ¿Qué opinión te merece la situación de los artistas emergentes en nuestro país y qué crítica harías sobre el mercado del arte contemporáneo actual?
La falta de ayudas en este sector y la crisis acentúan el ingenio para salir del agujero cada vez más profundo. Es cierto que en este país (políticamente hablando) nos están dejando absolutamente de lado, como si el arte fuera algo simple. El mercado del arte es lo que es, explotación comercial. Se fijan precios por libre juego de oferta y demanda. Luego están las ferias que, para mí, son lo más cercano tanto a la persona como al bolsillo del ciudadano. Soy de la opinión de que toda obra tiene que acercarse más al sector de clase media y no al elitista.
¿Qué obra de arte universal colgarías de la pared de tu casa y por qué?
Complicado, me faltaría mucha pared para colgar, ¡jajaja!
«Soy de la opinión de que toda obra tiene que acercarse más al sector de clase media y no al elitista.»
¿Qué opinión tienes sobre las redes sociales? ¿tienes alguna de cabecera?
Son necesarias para la difusión de toda índole. Utilizo Instagram como página para mostrar el proceso de las obras que voy realizando.
Si tuvieras que escoger una canción de fondo mientras trabajas, ¿cuál sería?
No siempre trabajo con la misma música. Voy desde la clásica al rock pasando por dubstep y acabando por electrónica experimental. Me gustan muchas.
¿Un museo que nadie se debería perder y por qué?
Indiscutiblemente El Prado, pero voy a ir más lejos aún. Pasaría por el Rijksmuseum de Amsterdam. Las historias que cuentan sus obras van desde la propia moda de la época, su política, costumbres cotidianas, fauna, flora e incluso maquetas navales y casitas de muñecas de la época.

¿Y un libro que todo el mundo debería leer?
“La historia del arte” de Ernst Gombrich.
¿La botella medio llena o medio vacía?
Medio llena, siempre hay que buscar optimismo hasta en los peores momentos.
¿Cuál sería tu consejo para aquellos artistas que empiezan?
Que crean en su trabajo. Y a poder ser, que saquen tiempo hasta de debajo de las piedras.
¿Hasta dónde te gustaría llegar artísticamente hablando?
Me encantaría que mi obra pudiera moverse por diferentes lugares del mundo.
¿El futuro es…?
Sólo cerrando las puertas detrás de uno se abren ventanas hacia el porvenir. (Françoise Sagan).

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