Cuando era un niño ya escribía cartas y poemas a sus padres para decirles que les quería. Se puede decir que ahí fue cuando ya le sobrevino su faceta artística. Incluso se presentaba a los concursos literarios del colegio y redactaba largos textos en Fotolog. Este artista residente en Barcelona reconoce que siempre le ha resultado más fácil abrirse en canal por escrito que oralmente.
Al mismo tiempo, de pequeño también le encantaba dibujar, y más tarde, siendo adolescente, se interesó también por la fotografía. Ése fue para él el principio del todo. Una vez que empezó a estudiar fotografía se le abrió la puerta de la creatividad y encontró a su vez otras formas de expresarse.
Actualmente su técnica fusiona el collage digital con la escritura. A través de ella logra transferir su forma de ser y ello le aporta seguridad. En cuanto al collage digital, le permite la improvisación. En la mayoría de los casos, en cualquier expresión artística que pueda utilizar, deja gran parte del resultado a la improvisación e incluso a la casualidad. Suele empezar con una idea que se va modificando a sí misma a medida que la va trabajando. Se permite libertad a sí mismo. Con el tiempo ha ido aprendiendo que a pesar de tener muy claro como debía ser el resultado, era muy probable que éste no se pareciera a la idea que había preconcebido. De esta forma, en base a un concepto o a una idea general, prefiere trabajar la obra según la sienta en cada momento. Es la mejor forma de no decepcionarse posteriormente.
Para Juan Carlos Mora el Arte es expresión, sentimiento, reivindicación. Es la llave que abre las puertas de lo más profundo de la sociedad. Su obra habla de amor y de desamor. “El amor es el motor de cualquier persona. El amor mueve el mundo.”
Si tuviera que definir su estilo en una palabra, ésta sería la empatía. En lo personal y en lo profesional se considera una persona intensa, tanto en el sentido positivo como en el negativo. Un artista que está en evolución constante, con necesidad de aprender y de descubrir.